El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica que afecta tanto a niños como a adultos, manifestándose en problemas de atención, hiperactividad e impulsividad. Es crucial reconocer los síntomas y buscar un diagnóstico temprano para manejar efectivamente la condición.
Síntomas Comunes
Falta de Atención:
Dificultad para concentrarse en detalles o cometer errores por descuido.
Problemas para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
Aparente desinterés o falta de escucha cuando se le habla directamente.
Dificultad para seguir instrucciones y terminar tareas o actividades.
Problemas para organizar tareas y actividades.
Evitar o resistirse a participar en tareas que requieren esfuerzo mental sostenido.
Pérdida frecuente de objetos necesarios para tareas y actividades.
Fácil distracción por estímulos externos.
Olvido frecuente en actividades diarias.
Hiperactividad:
Inquietud o movimientos constantes de manos o pies.
Dificultad para permanecer sentado en situaciones donde se espera que lo haga.
Correr o trepar en situaciones inapropiadas.
Dificultad para jugar o participar en actividades tranquilas.
Estar "en movimiento" constantemente.
Hablar en exceso.
Impulsividad:
Responder antes de que se haya completado la pregunta.
Dificultad para esperar su turno.
Interrumpir o inmiscuirse en las conversaciones o juegos de otros.
Diagnóstico
El diagnóstico del TDAH es un proceso de varios pasos que incluye:
Evaluación Médica: Incluye pruebas auditivas y de visión para descartar otros problemas.
Historial Clínico: Recopilación de información sobre los síntomas del niño a partir de los padres, maestros y, en algunos casos, el propio niño.
Criterios Diagnósticos: Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), los síntomas deben estar presentes antes de los 12 años, durar al menos 6 meses y estar presentes en más de un entorno (por ejemplo, en casa y en la escuela).
Tratamientos
El tratamiento del TDAH suele ser más efectivo cuando se utiliza una combinación de enfoques:
Medicamentos:
Estimulantes: Como metilfenidato y anfetaminas, que son los más comunes y efectivos.
No Estimulantes: Como atomoxetina y guanfacina, utilizados cuando los estimulantes no son efectivos o presentan efectos secundarios significativos.
Terapia Conductual:
Enseña técnicas para manejar el comportamiento, desarrollar habilidades organizativas y mejorar el enfoque.
Incluye terapia cognitivo-conductual (TCC) que ayuda a cambiar patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades de afrontamiento.
Educación y Capacitación para Padres:
Ofrece a los padres estrategias y herramientas para manejar el comportamiento del niño en casa.
Involucra programas de entrenamiento que enseñan a los padres a establecer rutinas, aplicar técnicas de disciplina positiva y apoyar el desarrollo del niño.
Apoyo Escolar:
Intervenciones conductuales en el aula, como el uso de planes de manejo del comportamiento.
Adaptaciones en el entorno educativo, como asientos preferenciales, trabajo de clase reducido o tiempo adicional en pruebas y exámenes.
Estrategias para Padres y Educadores
Consistencia y Rutinas: Establecer rutinas diarias claras y consistentes para ayudar a los niños a saber qué esperar y cuándo.
Refuerzos Positivos: Utilizar recompensas y elogios para incentivar comportamientos positivos.
Organización: Ayudar a los niños a organizar sus tareas y responsabilidades con el uso de listas y recordatorios visuales.
Colaboración: Trabajar estrechamente con maestros y profesionales de la salud para implementar estrategias y monitorear el progreso.
Recursos Adicionales
Esta guía tiene como objetivo proporcionar una comprensión básica del TDAH y ofrecer estrategias prácticas para apoyar a quienes viven con esta condición. Para obtener más información y recursos, visita los enlaces proporcionados y consulta con profesionales de la salud especializados en TDAH.
Dr. Oliver Salas
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