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el Seminario 10, La Angustia

Actualizado: 12 ago

Lacan va a desarrollar en el Seminario 10, La Angustia. Esos términos son el goce, la angustia y el deseo. Para ir situando estos términos, Lacan se va a servir del esquema tan conocido de la división, por lo cual va a situar un A- Otro mítico, un sujeto mítico en la cúspide del esquema de la división.



Mítico quiere decir que todavía no está afectado por la ley significante, es decir, la ley simbólica de prohibición del incesto.


Luego, Lacan va a situar un Otro barrado que nos va a dar la posibilidad de constitución de un sujeto barrado.


En este esquema, cuando situamos el Otro barrado, también nos podemos remitir al ingrediente fundamental que es el deseo del Otro. Asimismo, si nos remitimos al grafo, lo vamos a poder escribir como significante de la falta en el Otro.



Como les decía, esta barra en el Otro primordial genera la posibilidad de barra en el sujeto. Y el último ingrediente del esquema va a ser el llamado objeto a. Entonces, aquí vamos a tener estos tres niveles de producción, estas tres situaciones predominantes: el deseo, la angustia y el goce.

Esto le permite afirmar a Lacan que la angustia tiene una función media entre el goce y el deseo, y para poder ejemplificar estas dos situaciones en donde va a predominar el goce o el deseo, se va a servir de algunos ejemplos del pasaje al acto y el acting out.

Goce se refiere a una forma de placer que va más allá del principio del placer, a menudo implicando un exceso que puede llevar al sufrimiento. Deseo es el impulso constante que nunca se satisface completamente, estructurado en torno a la falta simbolizada por el objeto a, que es un vacío central e inalcanzable.


¿Por qué digo que son situaciones que prevalecen?


Porque no son opcionales, es decir, o el goce o el deseo. Si bien en este momento teórico Lacan genera ese efecto de que opone el goce y el deseo, después va a cambiar esa postura teórica. Más que oponerse, el goce y el deseo están permanentemente articulados, por eso digo, predominan, predominan esta situación o esta situación, porque no se puede volver a lo mítico.


El goce ya está articulado con el deseo.


Explicación de la Imagen desde el Texto

Figura del Toro

  1. Objeto a (a):

  • El objeto a está situado en el centro del toro y simboliza la causa del deseo. Es un elemento fundamental en la teoría de Lacan, representando la falta que nunca puede ser completamente colmada. En esta representación, el objeto a se encuentra en una posición central e inaccesible, lo que subraya su naturaleza como un vacío inalcanzable que impulsa el deseo.

  1. Deseo:

  • El deseo se representa con una línea punteada que circunda el toro y se dirige hacia el objeto a. El deseo en la teoría lacaniana es un impulso constante que nunca se satisface completamente, porque siempre se orienta hacia algo que falta, algo que no puede ser alcanzado del todo. En la imagen, esto se muestra como un movimiento que apunta hacia el objeto a, reflejando la búsqueda perpetua de lo que se desea pero nunca se puede poseer plenamente.

  1. Demanda (D):

  • La demanda se indica con una línea que también circula alrededor del toro, marcando una trayectoria que rodea el deseo y el objeto a. En la teoría de Lacan, la demanda representa las expresiones conscientes de las necesidades del sujeto, que son articuladas hacia el Otro. Aunque la demanda puede ser satisfecha en cierta medida, siempre deja una parte insatisfecha, lo que a su vez fomenta el deseo.Podemos situar de otra manera que a mí me resultó bastante útil para hablar de estos temas: el recurso de la figura del toro.



Lacan también lo va a utilizar en el Seminario 10.


La figura del toro tiene un agujero interno que lo tienen que imaginar porque en realidad no se ve, y tiene un agujero central que es este que está aquí. Entonces, estos son dos agujeros irreductibles, dice Lacan. Irreductibles quiere decir que tienen que ver con una falta incolmable y que a nivel de la estructura se trata de dos tipos de vacío que marcan, por así decirlo, cierta imposibilidad de colmamiento.



En este punto central es donde Lacan en realidad ubica la noción de objeto a. Lacan piensa lo real; primero, la cara verdadera del objeto a es la cara real. Punto 1. Punto 2: esta cara real se caracteriza por figurar lo imposible, imposible de colmar. Sin embargo, vamos a tener otros tipos de orificios que sí son reductibles, pero si ustedes se fijan, están en el borde de la figura del toro.



Freud que hablaba de la asociación libre, como lo inconsciente es algo que está ramificado desde lo más consciente a lo más inconsciente, decía Freud, hasta llegar al núcleo del trauma.

El esquema que les presento hoy, porque esto vendría a ser la parte más superficial de la figura del toro, en donde sí va a haber cosas que se pueden reducir y esta parte más central, bueno, ya va a tener que ver mucho más con el registro de lo real (vacio) , por lo tanto, el registro de lo imposible.



Entonces, ya estamos en condiciones de ubicar a este sujeto que va a comenzar su recorrido por toda la figura del toro así, y luego vuelve a comenzar, porque el movimiento del deseo es un movimiento incesante. Los cuadros patológicos siempre tienen que ver con algún detenimiento en este movimiento o con la calidad de ese movimiento.


Bueno, como decía Gustavo Cerati, se trata de una poesía circular; el deseo se trata de una poesía circular. Pero, ¿dónde vamos a situar el deseo? El deseo lo vamos a ir situando en estos puntos, estos puntos de cruce, en estos puntos de cruce que tocan este borde central. Vamos a escribir deseo.




El deseo está articulado con la demanda. Demanda se refiere a las expresiones conscientes de necesidades y deseos, que siempre dejan una parte insatisfecha, fomentando el deseo.


¿Dónde vamos a situar la demanda?


La vamos a situar en estos puntos que tocan el borde externo de la figura del toro. Demanda.


¿Qué pasa con esta dialéctica entre el deseo y la demanda?



El sujeto realiza sus pedidos, por supuesto, al Otro, y los va a realizar desde su yo (moi), no lo realiza desde el sujeto del inconsciente sino que pide con su yo (moi).



Ahora bien, en esas demandas y en esos pedidos que quizás son conscientes también está el deseo articulado.


Esto quiere decir que hay parte de esa demanda que no va a lograr ser satisfecha, no del todo, y en esa cuota de insatisfacción es que se esboza el deseo, se estructura y se mueve el deseo, entendiendo como un motor. ($ ^D)


Por eso el deseo siempre va a estar muy vinculado a la ausencia, la ausencia de "colmamiento - llenado ", la ausencia de satisfacción.


Entonces, algo de la demanda sí se satisface y tiene que ver con estos orificios que se colman, con lo que sí es reductible a un punto, como cuando uno dice bueno listo ya está, ya tengo lo que quería.


Pero el deseo tiene otra lógica.



El deseo, paradójicamente, se inspira de lo que a mí me falta, de lo que a mí me resulta ausente; nace y se apuntala en cosas que a mí me hacen falta, no en cosas que yo ya tengo o ya he logrado colmar.


¿Dónde vamos a situar el goce en este esquema?


EL goce va a estar articulado al deseo pero de una manera diferente a la demanda. Porque la orientación de este movimiento, que configura la relación entre el deseo y la demanda, es así:



En cambio, la orientación del goce, vamos a situar (un punto imaginario )


Imaginario de partida, bien cerca del núcleo real del objeto a, va en sentido inverso.



Así, en sentido inverso, al deseo. Entonces, se vincula con el deseo, pero ¿de qué manera? En términos de freno, se vincula al deseo. Podemos pensarlo de esta manera: hay una relación de, en realidad, de interdependencia entre el goce y el deseo, ¿por qué? El goce hace así.


El deseo el que frena el goce. Es el deseo el que frena el goce y le va marcando límites, o sea, lo simbólico es lo que le va marcando límites al goce.


Simbólico se refiere al dominio del lenguaje y las leyes que organizan la sociedad y la subjetividad.


Al goce lo vamos a situar en la parte más interna del toro, la parte más central, el goce.




Entonces, así podemos decir que este circuito tiene que ver con el goce, este circuito tiene que ver con el deseo, y el circuito más exterior va a tener que ver con la demanda.




¿Qué sucede?


Esta es una forma, una de las tantas formas de plantear este tema, y quizás de una manera un poquito forzada, también se puede plantear desde el nudo borromeo, que es mucho mejor.



Nudo borromeo es un modelo topológico que Lacan utiliza para explicar la interrelación entre los registros Real, Simbólico e Imaginario. Entonces, tenemos acá en esta línea cerca del objeto a, en su cara de resto de la división entre sujeto y el Otro, vamos a ubicar lo real.



  • En esta segunda , la línea de cruce del deseo, (ese vaivén del deseo), vamos a ubicar lo simbólico, que es lo que frena esto, porque si lo simbólico no frenara el goce, el goce por la orientación que tiene.

  • El deseo, que decíamos que pertenece a esta línea, esta línea la del goce.

  • Si el deseo no frena al goce, entonces el goce que parte de aquí, de lo imposible.



El goce es algo que desbarranca, desbarranca. Incluso trasciende los límites de la figura.



Luego de separantes, entonces volvemos. Tenemos el registro de lo real, el registro de lo simbólico, y más cerca de la parte exterior de la figura del toro, vamos a poder situar el registro imaginario .


Que lo imaginario va a tener siempre que ver con lo que sí se puede colmar, por supuesto, a través de la imagen. Pero fíjense cómo Lacan le da una función muy estructural a este vacío, ¿no? Bueno, y para terminar, ¿por qué el toro podríamos decir? ¿Por qué vamos a servirnos del toro? ¿Porque nos queremos hacer los lindos? No, no nos queremos hacer los lindos. Aparte a mí nunca me gustó mucho la matemática y todo eso. Nos servimos del toro porque Lacan extrae cierta utilidad fundamental de esta figura topológica.

Voy a tratar de figurárselos de manera lo más prolija que se pueda.


A nivel del nudo borromeo, Lacan nos va a plantear en el seminario RSI, que es el Seminario 22, que es gracias a este agujero central que se da la posibilidad de anudamiento entre los tres registros.


A nivel del nudo, lo real, lo simbólico y lo imaginario.

Esta manera es la manera tórica, están SUJETOS por el agujero.

Se sostienen del agujero, incluso se frena uno a otro, se autolimita uno a otro, gracias a ese agujero central.



Entonces, si no hubiera ese orificio incolmable central, tampoco sería posible que estén anudados, formando una verdadera consistencia subjetiva, como dice Lacan en el Seminario 23.



Entonces acá ubicamos imaginario, real y simbólico, y acá tenemos el toro. ¿Se dan cuenta? La cara real del toro es esta. La cara real del objeto a, perdón, es esta. Pero después tiene otras caras. Tiene la cara simbólica que es esta y tiene la cara imaginaria. Bueno, espero que les haya gustado este vídeo, les sirva y nos vemos en un próximo."

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