"Le temps logique et l'assertion de certitude anticipée", Lacan presenta su famoso problema del "sophisme" de los discos blancos y negros, con el que ilustra los tres momentos de los tiempos lógicos: el instante de ver, el tiempo para comprender y el momento de concluir.
Estos tiempos no se refieren a un tiempo cronológico, sino a un proceso de construcción lógica en el que el sujeto avanza hacia la certeza de una verdad.
Instante de ver (L'instant du regard)
En este primer momento, los prisioneros observan los discos que llevan los demás, pero aún no pueden hacer una deducción segura sobre su propio color. Es un tiempo de percepción inicial, en el que el sujeto observa sin comprender completamente. Lacan describe este tiempo como "un tiempo de fulguración", donde la evidencia lógica es inmediata, pero sin conclusiones todavía. Es una percepción pura que pone en marcha el proceso lógico.
Tiempo para comprender (Le temps pour comprendre)
Este segundo tiempo es el de la deducción, el momento en que los prisioneros reflexionan sobre lo que han observado. Aquí, cada uno comienza a preguntarse qué podría deducir el otro si estuviera en su lugar. Es el momento en que los sujetos intentan entender, con base en la lógica, qué es lo que no ven y por qué los demás aún no han salido. Lacan enfatiza que este "tiempo para comprender" puede ser extenso y vacilante, porque depende de una lógica de reciprocidad: los prisioneros se observan mutuamente en un proceso de "reconocimiento" donde cada uno reflexiona sobre lo que ve y lo que el otro podría concluir a partir de su observación.
Momento de concluir (Le moment de conclure)
El momento de concluir es el acto decisivo. Aquí, el sujeto toma una decisión basada en la lógica acumulada de los pasos anteriores. Lacan subraya que este momento está motivado por una "urgencia lógica": el sujeto debe decidir para no quedar atrapado en un círculo de duda. Es una precipitación hacia la certeza, una anticipación que lleva al sujeto a una conclusión sobre su posición. Este acto de concluir implica asumir el riesgo de la verdad, como lo muestra Lacan en su analogía: si los prisioneros ven que ninguno de los otros se ha movido, pueden deducir con certeza que todos llevan un disco blanco.
Valor del Sofisma
Lacan describe este "sophisme" o problema lógico como un "ejemplo significativo" de cómo los sujetos se ven atrapados en una secuencia de decisiones que los obliga a asumir una posición subjetiva. Esta estructura, según Lacan, no solo ilustra la lógica, sino también el proceso psíquico por el cual el sujeto se ve impulsado a afirmar una verdad en función de su relación con los otros.
Dr. Oliver Salas
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