Reflexion
En el marco del psicoanálisis lacaniano, la dirección de la cura no se enfoca simplemente en transformar la enfermedad en salud. Inspirado por las enseñanzas de Nietzsche, el Dr. Oliver Salas sostiene que los aspectos que consideramos patológicos son esenciales a nuestra humanidad. Eliminar estos aspectos podría reducirnos a un estado primitivo, desprovisto de la complejidad que nos define como seres humanos.
La verdadera finalidad del análisis, según el Dr. Salas, es facilitar un cambio en la posición subjetiva del analizando, en lugar de una transformación estructural, lo cual es imposible según las enseñanzas del Dr. Lacan. En este contexto, la hermenéutica, aunque pueda ser entretenida para el analista, es vista como un ejercicio proyectivo que no surge del propio analizando. En lugar de esto, el analista debe crear un espacio que permita al “pade-ciente” reorganizar su propia subjetividad, de manera similar a cómo un curador de arte organiza una exposición.
Este proceso busca revelar el deseo y el goce del sujeto, integrando los conceptos de sorge de Heidegger y el más allá del principio del placer de Freud, para alcanzar una autenticidad en el ser.
El término "sorge" proviene del alemán y generalmente se traduce como "cuidado" o "preocupación". Es un concepto central en la obra "Ser y tiempo" de Heidegger, donde explica que el cuidado es la esencia del ser humano o Dasein (la existencia humana).
Para Heidegger, el cuidado no se refiere simplemente a la preocupación por algo específico, sino a una estructura fundamental que define cómo los seres humanos existen en el mundo. El Dasein siempre está proyectándose hacia el futuro, preocupándose por sus posibilidades y cómo puede ser. Esto incluye la preocupación por uno mismo, por los demás, y por el mundo en el que uno vive.
El sorge es fundamental porque muestra que la existencia humana nunca es estática ni completa; siempre está en un proceso de devenir, implicado en una variedad de actividades y relaciones que manifiestan esta preocupación básica. En este sentido, el cuidado es tanto un reconocimiento de nuestra temporalidad y mortalidad, como un impulso hacia la realización de nuestras posibilidades.
En la práctica psicoanalítica, el concepto de sorge se manifiesta en la manera en que el analizando se proyecta hacia sus propias posibilidades y preocupaciones. El rol del analista, entonces, no es imponer interpretaciones externas, sino permitir que el analizando descubra y reorganice su deseo y goce. Este enfoque va más allá del principio del placer de Freud, buscando una autenticidad en el ser que se alinea con las posibilidades de existencia del Dasein heideggeriano.
El análisis, por tanto, es un proceso de curaduría subjetiva, donde el analizando explora y reconfigura sus propias narrativas, significados y posiciones en el mundo. Este proceso, facilitado por el analista, no busca una solución final o una salud ideal, sino una autenticidad continua y un devenir constante.
La dirección de la cura en el psicoanálisis lacaniano, tal como lo plantea el Dr. Oliver Salas, implica un enfoque profundo y personalizado que reconoce la complejidad inherente a la condición humana. A través de la reorganización subjetiva y la integración de conceptos filosóficos como el sorge de Heidegger, el análisis facilita un proceso de autenticidad y descubrimiento continuo, más allá de los límites tradicionales de la salud y la enfermedad.
Charla entre el Dr. Oliver Salas y la Dra. Berti invita a reflexionar sobre la naturaleza del psicoanálisis y su potencial para transformar nuestra comprensión de la subjetividad y el ser SIENDO.
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